La noche del 7 de mayo de 1932 se sublevó la marinería en el Callao. Los conjurados actuaron con rapidez. Apresaron a los oficiales e intentaron desembarcar en el muelle de guerra.
El motín estuvo liderado por el marinero Eleuterio Medrano, de 29 años de edad, natural de Huancavelica y miembro de la tripulación de crucero BAP Coronel Bolognesi. El levantamiento fue una rebelión contra la tiranía del general Luis M. Sánchez Cerro, en ese entonces dictador del Perú.
Los conjurados también tomaron control del crucero BAP Coronel Bolognesi. Ignoraban que el timonel logró arrojarse al mar y alcanzar la costa a nado, dando alerta a sus superiores, destruyendo así el factor sorpresa de la rebelión.
Así, cuando los amotinados trataron de desembarcar en el muelle, fueron rechazados por nutrido fuego de tropas que los esperaban. Decidieron alejarse, tomaron el control de otras naves, y un grupo guiado por Medrano se dispuso a apoderarse también de los submarinos.
Fue entonces cuando el teniente Zamora simuló rendirse y colaborar con los amotinados. Pero apenas Medrano y sus hombres entraron a la nave, el teniente cerró la escotilla y la tripulación del submarino apresó y desarmó a los marineros. El submarino se sumergió, y los sublevados que habían quedado en la superficie tuvieron que arrojarse al mar.
A la mañana siguiente, el Bolognesi fue bombardeado por una escuadrilla de aviones, al mismo tiempo que el submarino lo cañoneaba. Los amotinados tuvieron que rendirse.
Mientras, Sánchez Cerro declaraba estado de sitio en toda la República. Al día siguiente de que se develara el motín, comunicados oficiales daban una versión fantasiosa del asunto: se trataba de una revolución de carácter comunista, que luego debería extenderse por toda Sudamérica, pero que los servicios de inteligencia sanchecerristas habían detectado a tiempo, abortando así el plan siniestro fraguado en Europa.
En total fueron 64 los marineros sublevados, de los cuales solo 37 alcanzaron a ser llevados a juicio. Se esperaba que la Corte Marcial a la que fueron rápidamente sometidos los condenara a muerte a todos. Pero conforme avanzaba el proceso, se fue reduciendo el número. Se rumorea que Sánchez Cerro, que tenía un amuleto con el número 8 grabado, presionó a la Marina para que mínimo hubieran ocho fusilados.
Y ocho fueron los condenados a muerte: Medrano y siete cabecillas más (uno de ellos aún un menor de edad). El 11 de mayo de 1932, tras ser confesados por un sacerdote, los condenados fueron llevados a la isla penal San Lorenzo donde, luego de rechazar que se les vendasen los ojos, fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento.
Los ocho cuerpos fueron enterrados en la Caleta Panteón, cementerio de la Isla San Lorenzo. Recién en 1946 (bajo el democrático gobierno de Bustamante y Rivero) se accedió a la petición de los padres de los jóvenes fusilados, y sus restos mortales fueron trasladados al Cementerio Baquíjano del Callao.
Sin embargo, en San Lorenzo quedó una lápida, con letras negras sobre un fondo blanco (que aún hoy puede verse), que señala el lugar donde yacieron estos ocho marineros. En la misma se hallan escritas la siguientes palabras: MAYO 11 DE 1932 - MÁRTIRES.
Eduardo Guzmán Novoa
Tengo el honor de que por mis venas corra la sangre de uno de esos Mártires: Eleuterio Medrano. Deseo por favor saber como llegar a esa lápida en la isla San Lorenzo; así también, donde exactamente están ubicados en el cementerio Baquíjano del Callao. Agradezco me puedan ayudar.
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