¿Dónde se inicia, ahora, la frontera marítima peruano-chilena? Desde el Punto de bajamar, no en tierra adentro, es decir, considerando el punto de la orilla del Triángulo Terrestre (37,154 m² = 3 hectáreas y media de terreno) que se ha formado entre el Hito 1 y el Punto Concordia.
Ese límite sigue una línea paralela desde el Hito 1 hasta la milla 80, continúa al S.O. siguiendo un trazo equidistante hasta la milla 200.
Ese límite sigue una línea paralela desde el Hito 1 hasta la milla 80, continúa al S.O. siguiendo un trazo equidistante hasta la milla 200.
La conversión de millas en kilómetros atiende la multiplicación por 1,6093; y la de kilómetros cuadrados a millas, 2,59. Estas cantidades son buenas para el sencillo patache, pues nuestro mar es de un potencial geopolítico grande al ocupar el Perú el centro occidental de Sudamérica, su mar territorial de 864.381.557 km2 (total de la suma de 25 áreas nacionales, desde Tumbes a Tacna, siendo la XIV Lima y Callao con 30,000 y pico de km2), donde la pesca, amén de otras actividades productivas, puede alentar la maricultura, acuicultura, el turismo, dada su riqueza ecológico-económica. Hay vinculación con la Cuenca Oceánica al Pacífico, el centro de las cuencas fluviales del Amazonas, Altiplano, del Plata, Orinoco, lo que le da acceso a todos los mercados mundiales, especialmente los del Asia.
Además su litoral de 3,079.5 km, más los 1,300 kilómetros de playas, garantizan la calidad del ambiente natural suyo.
¿Entonces porque perderlos sujetándonos al poder de ciento cincuenta países adherentes a la Convemar, obra de potencias imperialistas que la crearon el año 1982 durante la III Conferencia sobre Derecho del Mar en Jamaica, al tratar Naciones Unidas sobre el tema Convención del Mar, tratado incompatible con las soberanías nacionales, pues reduce las 200 millas a 12 para favorecer a sus economías coloniales o de enclave, depredadoras, trans, desconociendo la inviolabilidad e inalienabilidad del territorio que comprende suelo, subsuelo, dominio marítimo (o mar territorial), espacio aéreo; fomenta las “servidumbres perpetuas” (apoyo a sus miembros mediterráneos), rompe lo que es un patrimonio nacional, en el caso del Perú su mar, el segundo más rico del planeta, toda vez que los mares de Europa, África en especial, ya padecen sequedad debido a la depredación globo-colonizadora?
Estados Unidos no ha firmado la Convemar. Sí lo hizo Nippon, archipiélago montañoso siderúrgico-metalúrgico-pesquero de altura carente de riquezas naturales, potencia artificial a partir de lo tecnológico, heredero de los uji.
Recordar que durante el gobierno transitorio de Valentín Paniagua, acciopopulista, siendo canciller Javier Pérez de Cuéllar, éstos enviaron al congreso un proyecto de ley acerca de la adherencia del Perú a la Convemar. Fue a través de la Resolución Suprema Nº231-RE de 28 de mayo de 2001.
Además dentro de Torre Tagle, así como en los círculos políticos, empresariales, castrenses, intelectuales, diplomáticos, especialmente de Lima, sobresalen confesos convemaristas, quienes, retomando la postura, la publicidad, cuando gobernaba Toledo, apenas pase la tempestad del fallo del 27 de enero de 2014, actuarán para que se suscriba dicha peligrosa disposición que atenta contra el cuadrilátero Hombre-Tierra-Mar-Espacio aéreo al no reconocerle su genuino ámbito, inclusive pretende desconocer la jurisprudencia internacional que data desde 1909 tendente a resolver cuestiones de delimitación y/o demarcación marítima.
Si Chile ocupó atrevidamente alguna vez los 36,000 km² hoy del Perú, fue porque el Perú mantuvo la política peligrosa de la inacción. Debido a ella perdió gran parte de su territorio, muy vasto durante la época tahuantinsuyana, el tiempo virreinal. Chiloé nos perteneció. ¿Para que seguir mencionando otras pérdidas como Leticia, Tiwinza, Sucumbios, Alto Perú, etc.?
Las traiciones a la patria se pagan ante el paredón. No más perder territorios ni que abusen de nuestros derechos de pueblo libérrimo, aunque sujeto a un sistema socio-económico cosificador. He ahí la contradicción histórica.
Cabe pues la defensa irrestricta del Mar de Grau, la cuarta Región Natural del Perú, llamado así por Ley Nº23856 de 8 de junio de 1984. La Mamacocha de los auquis que esperan a Inkarri. Aquellas 200 millas son sagradas. Perderlas sería la desaparición también de la proyección antártica entre los 90º y 80º. ¡Cuidado!
Ergo algún día la futura tecnología peruana llegará hasta el hecho mismo de su mar. Esto no es problema.
Todo eso sirva para memorar. Digamos mejor: Yuyanapaq. Así seremos más panorámicos, no tubulares, ante este siglo de lo digital. Tal posición debe servir para impulsar, dado el logro conseguido, no el éxito total que se quería con justicia, la necesaria conciencia marítima-fluvial-lacustre-antártica-continental.
Respecto al Punto Concordia u Orilla del Mar, citado por nuestro primer Pronunciamiento, considerase que el Triángulo Terrestre posee vértices en dicho punto por el lado sur. Luego el Hito 1 tierra adentro, más el cruce de la bajamar, aquí hay una proyección del paralelo, está considerado pertenencia del Perú cuya plataforma continental, a pesar de su mar sui géneris, amplio, es reducida.
Aquel punto de origen de frontera constituye la intercepción originada por el Paralelo que pasa por el Hito 1 (es tierra adentro a 264,50 metros de distancia del Punto Concordia con la bajamar que hallase en la orilla del mar. El Perú sostuvo en su momento que el punto de partida sea el de la Concordia al norte del T.T.), o sea, el de la frontera terrestre. Pero la Corte Internacional de Justicia de La Haya prefirió el de la orilla del mar, por donde el Paralelo pasa por encima del Hito 1 para contactar con la bajamar, de ahí ingresa al Océano Pacífico surgiendo la frontera marítima.
Simplificando, la posición de tierra del Triángulo Terrestre es del Perú, de la orilla a mar adentro corresponde a Chile (fundado como república hacia 1817 sin ser vecino del Perú, lo será después de 1879).
Cierto resulta que los fallos, sentencias, son de ejecución inmediata. El del 27 de enero ajustable a este hecho que norma el Derecho Internacional.
¿Qué razones llevan a Chile a querer desviarlo? Habla de gradualismos. La delimitación de los 4 puntos: Hito 1 (determina acá las coordenadas geográficas en relación a la pleamar, tomar la línea de bajamar, considerar los valores a partir de la Tabla de Mares), Punto A (fijado a 80 millas náuticas hacia occidente sobre el paralelo de latitud 18º 21′ 03″ (Hito1). Aquí elegir el tipo de milla náutica: internacional, náutica imperial, milla náutica del almirantazgo, las cuales se valoran en mil y pico de millas), Punto B (va hacia el S.O., es una enfilación que emplea el Paralelo hasta las correspondientes millas), Punto C (unión del Punto B y la línea de 200 millas de costa chilena).
La corte ha establecido la delimitación marítima con Chile mediante la línea paralela, no la bisectriz (la que divide en dos partes iguales), partiendo de la costa hacia el oeste hasta las 80 millas marinas, punto a partir del cual continúa por una línea equidistante dirigida al S.O. aun las 200 millas.
El fallo ha sido deficiente y vergonzoso para unos, para otros óptimo. Nosotros lo tipificamos salominesco, condicionador, atípico e interesado; empero no debemos abandonarlos porque aquel fondo submarino de los 50,000 km2 de mar recuperados, localizado en los Triángulos Externo e Interno entre las 80 y 200 millas marinas, cuya línea une a la nueva frontera marítima de Perú con Chile, contiene minerales, petróleo, gas o hidratos de gas (metano), etc., útiles a la industria nacional, exigiéndose desde ahora tratamiento conveniente, impulso tecno-inversor, inventariarlo.
Indudablemente nos ha dejado un problema, el más serio de la cuestión, aunque no difícil: Establecer las coordenadas de la nueva frontera marítima. Deberán convocarse a ingenieros geodésicos o hidrógrafos, especialistas.
Tal asunto lo verán el 6 de este mes –abandonaron la fecha del 2015– los presidentes Humala y Piñeira durante la Quinta Reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Políticas, el 2 + 2, entre Perú y Chile, a llevarse a cabo bajo la sombra del edificio José Miguel Carrera (sede del portafolio de Relaciones Exteriores del país del Maule), quienes considerarán la presencia de expertos para realizar aquella operación que requiere sapiencia, seriedad, transparencia, férula del trabajo. No serán como las negociaciones de Viena del 18 que miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (5), más Alemania, tratarán con Irán cuyo ministro de Exteriores ha declarado que no vuelva a ocurrir el Holocausto.
El 70% del reclamo total marítimo del Perú produjo la devolución de unos 50,000 km², producto de la suma de los 28 y 21 mil kilómetros cuadrados respectivamente. Pero Tacna sigue sin mar. Ninguna reivindicación a los departamentos peruanos ribereños del sur, sin acceso a las 200 millas sino a litorales de 10, 20, 30, 40, 100 millas, los cuales, debido al límite impuesto el 27 de enero de 2014, chocan con el Paralelo que hace más de 50 años lo impuso Chile, ahora validado por La Haya.
Todavía Chile reclama el triángulo de 5.7 hectáreas situado dentro de Tacna.
¡Qué tal atrevimiento! ¿Basan su agresividad en su armamentismo? Los tiempos han cambiado. Chile perdería bastante si osara pasar de la lisura al golpe.
Cualquiera puede pescar a su antojo en las 188 millas restantes en caso sean reducidas las 200 millas a 12, de rubricarse la Convemar, afectando ya a Paraguay, México, etc., adherentes tontos a ese tratado de marras.
Insistimos, el Decreto Supremo de 1 de agosto de 1947 reivindica el dominio, la soberanía, la jurisdicción, sobre las 200 millas a partir de sus costas. Y es Doctrina Peruana. Se debió al entonces mandatario de la república don José Luis Bustamante y Rivero, más tarde presidente de la CIJ de La Haya, notable arequipeño, jurista y poeta.
Si el Perú renuncia para adoptar la Zona Especial Económica de 12 millas, Chile puede pescar en la zona liberada sin ningún problema. Apoya la Convemar, sus articulados, su directiva. Y si el Perú lo hace, al no estar dentro de la Convemar, sería demandado ante el Tribunal de Hamburgo (Alemania) cuyas jerarquías atienden casos de vulnerabilidad del derecho marítimo internacional. Rematados. Además a ese ente le asisten facultades similares a los de la Corte de San José de Costa Rica en materia de derechos humanos.
Pero como no estamos adscritos al susodicho, por ende sus penas no nos alcanzan.
El tribunal de La Haya ha reconocido una soberanía terrestre a favor de Chile sobre el triángulo formado entre Hito 1 e Hito Concordia, más el punto por donde el paralelo aprobado considerándolo línea de frontera.
Allí se toca la bajamar permitiéndose el ingreso al mar. Indiscutiblemente aquella porción de terreno pertenece al Perú donde ejerce soberanía, constituye parte de la frontera terrestre establecida el 3 de junio de 1929, fecha del Tratado de Límites Terrestres entre Perú y Chile, aprobado por ambos el año 1930.
¿Por qué el presidente peruano, militar de carrera, don Ollanta Moisés Humala Tasso aceptó hace poco en La Habana la imposición chilena de la implementación gradual del fallo último? Él en su discurso del 27 de enero, después de oírse a Tomka, dijo que la implementación sería de hecho. Ahora a cambiado de parecer. No creemos que padezca el síndrome de Estocolmo o la hereopeia ilusiva Iglesias.
La sentencia no nos favorece mucho. En vano se peleó tanto. Beneficiadas las oligarquías de amabas repúblicas. Ganarán harto con el valor agregado a la pesca, aparte de otros ítems en cartera. Sin embargo conviene coger lo reivindicado para que nuestras 200 millas sirvan de escudo contra las pretensiones convemaristas peligrosas en cuestión de soberanía e integración territorial. El mar es territorio, como tal no se concesiona, hipoteca ni vende.
¿Puede el Perú solicitar a las Naciones Unidas una fuerza internacional para hacer cumplir de inmediato el fallo de La Haya? Las partes tienen libertad de hacerlo. Si lo consiguen, muy bien, de lo contrario la guerra o pedir que el contrario sea declarado paria internacional.
Acerca del caso Chile, este país de formato hila desde hace tiempo, por sus obras pro expansionismo, insensible frente a las demandas del mapuche, sin acatar las llamadas mundiales, un “judío errante” dentro de un orden hipócrita de estados dóciles, aunque la actual Dogmática Geopolítica puede hacerlo tragar polvo. La HV3 no le sería afecta, o sea, un conflicto a tres bandas: Argentina, Bolivia, Perú, no obstante que el primero, luego de la Campaña del Desierto, consiguió la extensión hasta la Tierra del Fuego.
De los miembros del tribunal de La Haya, llamó la atención el juez de nacionalidad francesa Gilbert Gillaume, contratado en el 2008 por el Perú como uno de sus abogados extranjeros. A la hora de optar, votó a favor de Chile, prefirió el Paralelo que pasa por el Hito 1 en vez del Punto Concordia. Gracias a él, la frontera marítima se ha extendido hasta las 80 millas trazando el Paralelo (de la voz griega pará = al lado; allélon = el uno del otro), no a través de la equidistancia por las restantes 200 millas.
Los de La Haya (capital de la parte meridional del Reino de los Países Bajos donde hablan frisón, sajón, bajo alemán), se sabe, pueden ser objeto de presiones, de influencias, son europeos, proclives a la frialdad en juicios de valor. No olviden que la doña ex ministra de Defensa de Chile, médica Bachelet, acudió a Holanda (la Holt-lend = de bosques-tierra, Nederland, al N.O. de Europa, as en “polders”, regido por la constitución de 1887), sede de la conocida CIJ de La Haya, para adquirir 100 tanques Leopard. Después del negocio, la reina de ese imperio europeo la acompañó hasta la puerta del referido tribunal cual si fueran amigas de infancia.
Ya está dicho el tipo de verdad en torno al contencioso marítimo peruano-chileno. Las partes ahora deben decidir los rumbos. Contar con la historia que nos aporta ejemplos muy claros.
Pero de aquí en adelante preparar al detalle connacionales dominando todos los idiomas, hacerlos expertos en asuntos locales, nacionales e internacionales, dotar al diplomático de una formación aguerrida, liquidar al político o negociante de dos caras. Basta del zascandil como del buco, incluso de la haronía mental.
Vergüenza, frustración optimismo, aceptación para el Perú del siglo XXI, paraliticado porque no llega a potencia obligado aún a usar muletas, la de la dependencia. Todo eso un jarabe que ha de olvidarse tomarlo dentro de un par de años, vuelto a la mesa a partir del 2021 como tema de teóricos de libros al pecho.
Conclusión: el Territorio Terrestre corresponde al Perú. Aquí nada de condicionamientos. Luego el Triángulo Este es del Perú, de derecho exclusivo de la república peruana, soberano en sus 200 millas marinas mar adentro, sus 200 millas de espacio aéreo.
Epifonema: Nunca más desperuanicemos el Perú.
Callao, 3 de Febrero de 2014
LA JUNTA DIRECTIVA
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