¡Sí, señores! El mismo que, para poder sentenciar al ex presidente Alberto Fujimori tuvo que consultar, vía Internet, al abogado español Gonzalo del Río, lo que demuestra la impericia o ineptitud de este juez.
Pero de digitado pasó a ser digitador, aunque sin éxito, tratando de orientar la sentencia de la jueza Carmen Rojassi. Solo ha conseguido mancillar el buen nombre de su ilustre antecesor, el Libertador (general San Martín) y su proclama de Libertad, Independencia y Justicia.
La periodista militante anti-fujimorista Cecilia Valenzuela pretende hacer creer a la opinión pública que lo hecho por este señor en el caso de los comandos Chavín de Huántar ha sido por defender los intereses del Estado Peruano, cuando en realidad ha puesto bajo la lupa internacional cierta lacra existente en el Poder Judicial Peruano. Quizá su anti-fujimorismo no le permite ser objetivo.
Juez César San Martín: làvese la cara con un poquito de dignidad (si algo le queda) y renuncie; recuerde que Robespierre el Incorruptible fue finalmente guillotinado por su excesos en nombre de la Ley. Usted todavía puede librarse de la guillotina de la Historia.
Callao, 3 de agosto del 2013
Miguel Ángel Alfaro Fontaine
Miguel Ángel Alfaro Fontaine
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